SALVIO
LA RIBERA MÁS EXPRESIVA

PERFIL
Ofrece un perfil floral, con notas a violeta y abundante fruta. Este vino presenta una entrada de boca fresca y sabrosa, con una acidez marcada. Destaca por su equilibrio entre la fruta vibrante y los sutiles toques de barrica, resaltando por su explosiva vitalidad y poderoso carácter.
LA RIBERA MÁS EXPRESIVA
Este vino refleja el ambiente natural y prístino de La Horra, destacando su fauna y vegetación rica, y su altura de 860 metros. Ha sido envejecido durante tres meses en barricas de roble francés de segundo uso, con variaciones en los tiempos según la añada, aportando micro-oxigenación y un matiz que no maquilla el vino, sino que añade profundidad al tiempo que mantiene una pureza y frescura inigualables.
PÁJARO MÁGICO
La etiqueta de Salvio está adornada con la imagen de un pájaro mágico, una quimera compuesta de muchas razas de pájaros. Esta quimera simboliza la magia del viñedo situado en el bosque del que procede, representando la biodiversidad y el entorno único de Dominio de Elbio. Además, David, un apasionado de la ornitología, disfrutó desde el primer momento de la variedad de aves en esta finca, reforzando su conexión personal con el proyecto.
DOMINIO DE ELBIO
LA ELEGANCIA DE LA HORRA

PERFIL
Ofrece un perfil frutal, con frutas del bosque y fruta negra. También notas especiadas, nuez moscada y pimienta blanca. Este vino presenta una entrada de boca amplia y redonda, con un tanino muy pulido y una alta persistencia. Tiene un gran equilibrio, con potencia pero con la frescura característica de los viñedos de La Horra.
LA ELEGANCIA DE LA HORRA
Este vino es un homenaje al terroir de La Horra, reflejando su carácter singular y la visión audaz del proyecto. Lleva el nombre de la finca, haciendo alusión a que se trata de un vino elaborado con las mejores uvas de la misma. Representa la culminación de las características únicas de la finca y de la zona. Con una producción limitada, ofrece una experiencia que destaca por su elegancia y profundidad.
EL ÁRBOL DE LA VIDA
El Árbol de la Vida es la conexión entre dos mundos. El mundo terrenal al que se afianza y del que se nutre de vida, y el mundo espiritual, que lo eleva, lo transforma y lo proyecta más allá del tiempo. Sus raíces profundizan en la memoria del suelo, sus ramas absorben la energía del sol y el tronco sostiene su propia historia. La que fue y la que está por venir.